La misión de los robos.

Onibas Town, ciudad donde se reúnen los mejores actores del mundo para actuar frente a su numeroso público y por lo que se ha desarrollado una pequeña banda de ladrones profesionales que se aprovechan de la gente; entradas falsas, tomaduras de pelo varias y robos. Frente al gran teatro de la ciudad podía verse un gigantesco cartel “Días de lluvia” era lo que ponía junto con los nombres del reparto más que conocido para la larga cola de gente que esperaba para comprar una entrada.

- ¡Entradas para la el estreno! ¡entradas para el estreno! - Exclamaba un joven trajeado mientras alzaba su mano diestra y giraba su torso de un lado a otro, lo que no se podía apreciar era la etiqueta que colgaba en el anterior de su abrigo, atrayendo así a algunos curiosos que empezaron a gastar sus jewels para conseguir su tan ansiada entrada.

Después de unas horas, cuando los compradores accedieron a la entrada del teatro para el estreno de la obra, fueron expulsados del lugar por culpa de aquellas falsificaciones - ¡Maldición! ¡Daría 1000 Jewels si me trajeran a ese muchacho! - Exclamó una de aquellas frustradas personas a la vez que pisaba con fuerza le objeto que le había engañado y aquellas siete personas asentían.

Xanxus había llegado un tanto asqueado a la diminuta urbe Onibas, dedicada especialmente al espectáculo. Su punto de partida había sido Clover Town de donde fue expulsado con abucheos y alguna que otra represalia, al parecer aquella forma de actuar suya no era aceptada por muchos magos. Tranquilos, tranquilos, algún dia me vengaré, os voy a pisotear como a cucarachas en cuanto descubra más sobre esta hechicería antigua... Los Tomos Sombríos, meditó mientas caminaba por las calles de la ciudad.

Era poco frecuente en él pero sin duda estaba enfurecido por el trato que le dieron, el semblante inexpresivo de siempre fue borrado para adoptar unos gestos faciales de alguien que a simple vista parecía encolerizado; sus cicatrices y andares toscos a más de uno hicieron apartarse.

El pelinegro trajeado comprobó como a unos metros un tipo irritante gritaba la venta de entradas para la función de teatro que se llevaría a cabo por la tarde.

Tsk. - Es lo único que se escuchó de Xanxus a la vez que contemplaba al vendedor. - Necesito un baño y descansar, es mejor buscar un hostal por aquí cerca... No hay nada interesante en esta ciudad. - Pensó. -

Un rato después se encontraba en la entrada del recinto, al pasar le saludaron amablemente preguntándole de seguida que era lo que le podían ofrecer.

La habitación más pequeña me basta. - Dijo sin muchas ganas de seguir hablando. - Entonces son trescientos Jewels. - Escuchó incrédulo. - ¿Qué? ¿Trescientos Jewels por una mierda de habitación? Esto es un puto hostal no un hotel de tres estrellas, joder. - Se quejó pues a penas en su bolsillo poseía cien miserables Jewels. - S-Si señor, vale eso. Lo siento no hay nada más económico. - El hombre impotente pues tan sólo era un trabajador de allí y debía aguantar a los clientes le respondió de la mejor manera que pudo. - ¡Mierda! - Gritó Xanxus, saliendo enseguida del hostal más cabreado que antes. -

Pasaron las horas y él estaba sentado en un banco en frente del teatro, con aquel libro arcaico en sus manos tomando un repaso de lo que estuvo aprendiendo los dos últimos años de su vida. Entusiasmado por escuchar a un anciano quejarse pues se quedó en la calle sin poder disfrutar de la obra con sus nietas, conjunto unas cuantas más personas se acercó para dirigirse a éste.

Yo puedo hacerlo y darle su merecido a cambios de esos suculentos mil Jewels. - Se ofrecía el muchacho. - Dígame como es, si sigue por la ciudad de seguro lo puedo traer hasta aquí de la oreja para que me pague.

Al explicarlo el hombre mayor como era sonrió. El vendedor irritante de esta mañana no era más que una rata estafadora. Sin despedida alguna se dispuso a buscarlo con tal de ganarse un dinero, lo necesitaba y sería capaz de pisotear a cualquier por los mil Jewels ofrecidos.

Dos personas parecían interesadas en lo que en principio fuera una afirmación por un enfado, una de ellas se presentó como Mago experto en esos temas incluso, cosa que propició a que todos los civiles engañados se miraran entre sí – De acuerdo, os daremos siete mil Jewels para los dos si conseguís atrapar a ese vándalo – Afirmó el que tomó el papel de Líder del grupo para un par de minutos después darle una hoja con un retrato del chico, que dibujó uno de los del grupo para él – Tenía el pelo castaño y los ojos verdes... Espero que esto sirva – Terminó por decir cuando entregó aquel papel con el retrato exacto.

Una vez que Aikánaron se presento otro joven de mirada un tanto agresiva apareció interrumpiendo las negociación entre el mago y las personas estafadas, al oír que se estaba ofreciendo a realizar el mismo trabajo la mirada hacia este joven cambio drásticamente ya que cuando se trata de dinero las enemistades surgen. De todas formas la actitud de esta otra persona fue un tanto agresiva y amenazadora por lo que Aikánaron estaba seguro que de tener que llegar al punto de elección el seria el beneficiado ya que cabe mencionar que el se presento como un especialista en el tema, cosa que era solo una patraña, y no solo como alguien interesado en patear traseros por jewels.
Al parecer el enojo de aquel grupo de víctimas fue superior al que cualquiera de estos dos magos consideraba por lo que la recompensa que en un principio parecía solo ser de 1.000 jewels ahora se había convertido en 3.500 jewels por lo que el hecho de llevar a otra persona para realizar este encargo no perecía ser un inconveniente. El delgado aprendiz de ilusionista tomo el papel en el cual aquel "líder" había dibujado tan meticulosamente la imagen del criminal buscado y observo detenidamente sus rasgos característicos, luego subió la mirada en dirección a su contratador y dijo.

- No se preocupe que traeremos a la persona que les hizo esto para que reciba el castigo que crean conveniente, ahora si me disculpan tengo trabajo que hacer. Menciono mientras se alejaba entregándole el papel con el retrato a su "compañero" en esta situación y le dijo. Al parecer estamos juntos en esta situación y por 3.500 jewels no me interesa si voy solo o acompañado a atrapar a este sujeto, ahora lo que creo conveniente es dirigirnos a los barrios bajos de Onibas ya que lo mas probable es que nuestro objetivo no se encuentre en las cercanías del lugar donde sabe que sus víctimas se encuentran. Una vez en los barrios bajos podemos intentar buscar a alguien que nos de información sobre su paradero, ¿estas de acuerdo, "compañero"?

Aikánaron dibujaba una sonrisa para intentar demostrarle a su acompañante una falsa sensación de amistad y mientras finalizaba su dialogo caminaba en dirección a los barrios mas marginados de Onibas Town ya que, como había mencionado, era lo mas probable encontrar al criminal en ese lugar, al caminar esperaba que su compañero caminara junto a él o de lo contrario presentara una mejor idea sobre como darle fin a esta misión.